“Vivo aquí, pero Oporto no es para mí un lugar; es un sentimiento”
Agustina Bessa-Luís es una de las mujeres más emblemáticas de la cultura portuguesa. Con decenas de obras publicadas y mujer de una personalidad única, tiene una enorme pasión por Oporto.
Nació en Vila-Meã, Amarante, el 15 de octubre de 1922, pero durante su infancia y adolescencia vivió en diversas ciudades, manteniendo, sin embargo, una fuerte conexión con la región del Duero, notoria en muchas de sus obras. La biblioteca de su abuelo materno le permitió el primer contacto con la literatura francesa e inglesa, que la influenciarían.
En su adolescencia llegó a escribir novelas bajo pseudónimo, pero fue en el 1948 cuando publicó su primer libro, Mundo Fechado. Tres años antes se casó con Alberto Luís, conoció a su marido a través de un anuncio que publicó en un periódico en el que buscaba una persona culta con quien intercambiar correspondencia, lo que revelaba su temperamento independiente y determinado. En 1953, con la novela premiada, A Sibila, Agustina Bessa-Luís ganó un gran reconocimiento.
Desde ese momento, y hasta los primeros años del siglo XXI, publicó decenas de obras, algunas de ellas adaptadas al cine por Manuel de Oliveira. A pesar de, en múltiples ocasiones, no haber quedado satisfecha con estas adaptaciones, esta colaboración fue larga y prolífica. Agustina incluso escribió el texto que acompaña la película Visita o Memorias y confesiones, realizada para ser exhibida tras la muerte del realizador. La Corte del Norte también fue adaptada al cine por João Botelho y varias obras fueron adaptadas para el escenario. Además de los romances, escribió también piezas de teatro, biografías, ensayos y libros infantiles. Entre 1986 y 1987 fue directora del periódico O Primeiro de Janeiro y entre 1990 y 1993 estuvo en la dirección del Teatro Nacional de D. Maria II.
Es miembro de la Academia Europea de las Ciencias, de las Artes y de las Letras (París), de la Academia Brasileña de las Letras y de la Academia de las Ciencias de Lisboa. Entre las distinciones recibidas se cuentan la Orden de Santiago da Espada (1980), la Medalla del Honor de la ciudad de Oporto (1988) y el grado de Officier de la Orden de las Artes y de las Letras del Gobierno Francés (1989). Tiene obras traducidas al alemán, castellano, dinamarqués, francés, griego, italiano y rumano.
Valiente, inteligente, sarcástica y sin miedo a desafiar convencionalidades y poderes, Agustina Bessa-Luís nunca temió decir lo que pensaba ni se dejó intimidar por el hecho de ser mujer o de no pertenecer a los círculos de poder. Por motivos de salud está apartada de la vida pública y literaria desde hace varios años.
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