La estación de metro de Campo 24 de Agosto guarda un verdadero tesoro: las ruinas de una torre de agua que allí existía.
Además de haber sido diseñada por el prestigioso arquitecto portugués Souto Moura, esta estación, en el centro de la ciudad, tiene otro motivo de interés al albergar los vestigios arqueológicos de un depósito que abastecía la fuente que había en este lugar. En el siglo XIX, se enterró el arroyo que discurría por allí, así como el puente que la atravesaba. Con el paso del tiempo y la urbanización de la zona circundante –que anteriormente era mayormente rural-, la memoria de este pasado fue olvidada, hasta que el progreso recuperó esta memoria.
Durante la construcción de la estación de metro, a principios de este siglo, fue descubierto lo que quedaba del antiguo depósito, así como algunos objetos, incluyendo suelas de zapatos, cerámica portuguesa, vidrio italiano o porcelana china. Para preservar estas memorias las ruinas se desmontaron para ser posteriormente reconstruidas en el lugar donde hoy día pueden ser visitadas, acompañadas de explicaciones que contextualizan la importancia de estos restos.
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