Este Nuevo año 2019, en el que se conmemoran los 500 años del primer viaje de circunnavegación, he pensado presentar un plato de cocina de fusión.
El plato que les traigo en esta edición es una mezcla de amores. Vivo en Espinho, tierra de excelente pescado: lubina, sardina, jurel …
La lubina fresca, capturada en aguas como las portuguesas, tiene la grasa justa, la textura perfecta y un sabor inconfundible. A este magnífico pescado le ponemos azafrán.
El azafrán se extrae de los estigmas de las flores del Crocus Sativus, que fue traído a Europa por los portugueses y hoy día forma parte de la llamada y reconocida Cocina Mediterránea.
La salsa del fricasé tiene como base el limón y las yemas, que sirven para espesar el caldo donde se ha cocinado el pescado.
Lubina Fricasé
4 trozos de lubina
1 cebolla picada
2 dientes de ajo picados
aceite
sal
pimiento negra
50 ml. De vino blanco
250 ml. De agua
1 yema de huevo
zumo de 1 limón
1 cucharadita de café de cúrcuma
perejil
En una cacerola dorar la cebolla y los ajos picados en aceite. Disponer la lubina sobre la cebolla y condimentar con sal y pimienta. Añadir el vino blanco y dejar rehogar durante unos minutos. Añadir el agua, rectificar los condimentos y tapar la cacerola. Esperar unos quince minutos o hasta que la lubina esté hecha.
En un vaso mezcle la yema de huevo con el zumo de limón y la cúrcuma. Cuando la lubina esté hecha retírela de la cacerola y junte la salsa con la mezcla de huevo y limón. Mézclelo bien, vuelva a poner la lubina en la cacerola y espolvoréelo con perejil.
Servir con puré de patata o patatas al horno.
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