En nuestra ciudad de Oporto, la ciudad con más historia, desentrañar sus orígenes y entender su red urbana resulta, como es natural, una extensa e interminable tarea. El siglo XX nos daría uno de los más representativos y consistentes cronistas e investigadores de la historia de la ciudad.
El 4 de Marzo de 1894 nacía Artur de Magalhães Basto, en el número 556 de la entonces llamada Rua Duquesa de Bragança, en una distinguida y notable vivienda hecha construir por su padre António José de Magalhães Basto, hacia el 1875, al entonces arquitecto y profesor de la Academia Portuense de Bellas Artes José Geraldo da Silva Sardinha.
Su formación en Derecho en la Universidad de Lisboa de poco le serviría en el futuro, ya que desde muy joven su carrera se inclinó hacia la investigación y paleografía, en especial su carrera de docente, formando parte de la primera facultad de Letras de la ciudad, donde ejerció dando clases entre 1922 y 1931. En el Ayuntamiento de Oporto del que formó parte hasta su muerte, el 3 de Junio de 1960, dirigió desde 1934, los Servicios de Paleografía y Manuscritos de la biblioteca; desde 1938 ejerce como Director del Gabinete de Historia de la Ciudad y asumirá el cargo de Director de los servicios culturales, también hasta 1960. Además, fue Director del Archivo Distrital de Oporto, desde 1939, y trabajó como jefe del Registro de la Santa Casa da Misericórdia do Porto”, desde 1933.
Sin embargo, es como cronista de la ciudad como destacó Magalhães Basto: de su mano surgirán los más diversos temas de historia y arte siempre ligados a la ciudad de lo que daremos apenas algunos ejemplos: Los indispensables “Falam Velhos Manuscritos”, 1445 artículos semanales del diario portuense “O 1º de Janeiro” entre 1930 y 1960; y sus excelentes artículos en la revista de historia de la ciudad “O Tripeiro”, de la que fuera director entre 1945 y 1960. Algunas de sus 160 obras publicadas son transcripciones de conferencias, una de sus especialidades, mención especial de referencia por la facilidad y el estilo con que llegaba a todo el mundo, sin discriminación, de una forma muy simple y directa, su narrativa histórica y sus estudios sobre Nuestra Ciudad de Oporto. De hecho, estas conferencias venían a ser como una forma de romper el silencio, la soledad de los archivos polvorientos, su natural rutina, como se refería en el texto de Febrero de 1960: “¡Como debe ser de aburrido pasar una vida, aunque sea un año, un día, o tan solo una única hora, encerrado solo en un archivo, dedicado a pasar hojas, a leer, a descifrar papeles viejos, arrugados, amarillentos por el tiempo, raídos por las ratas, apolillados y oliendo a moho!”.
Nuestro querido e ilustre investigador moría en su última residencia, en Oporto, en el nº 500 de la calle de Gondarém. Nos arriesgaremos a dejar como colofón una noble nota dejada por el profesor Luís Duarte en el catálogo de la exposición que le fuera dedicada al maestro en 2005 en la Galería do Palácio: “Percibimos que en la historia de nuestra tierra, hubo un antes y un después de la enseñanza y del trabajo de Artur de Magalhães Basto“.
Comments are closed here.