En noviembre y diciembre de 1908, D. Manuel II, que vendría a ser el último rey de Portugal, hizo un largo viaje al norte del país, habiendo pasado varios días en Oporto.
En uno de esos días, y después de su madre, la Reina D. Amelia, haber ido de compras en una tienda grande de la ciudad, el pueblo se reunió en el Campo de la Regeneración (actual Plaza de la República), para una parada militar.
Los diarios de la época dicen que muchas personas subieron a los tejados para poder asistir y que en las calles, los automóviles, trenes y eléctricos que se dirigían al lugar tuvieron que volver atrás.
El desfile recorrió varias calles de la Baixa y, en plena Calle de Santa Catarina, el cortejo fue recibido con una lluvia de flores grande. Al final del día, tuvo lugar una cena de gala en el Palacio de los Carrancas.
Doña Amelia tuvo también un día llenado, habiendo visitado el taller del escultor Teixeira Lopes.
Después de haber recorrido varias localidades del norte, D. Manuel II regresaría a Oporto, habiendo participado en un sarao en el Ateneo Comercial de Oporto. En otro homenaje al rey, los baños de la Playa del Ourigo dieron el nombre del monarca a la playa. En octubre de 1910 se dio la implantación de la República y la designación quedó para siempre olvidada.
FUENTE: O Tripeiro 7ª série Ano XVI Número 1 e 2 Fevereiro 1997
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