También conocida como Palacio de la Bandeirinha, la Casa de las Sirenas (así llamada debido a las dos imágenes que bordean la puerta principal) fue construida a mediados del siglo XVIII por la familia Portocarrero.
El edificio, un imponente palacio que aún hoy se distingue en el paisaje de la ciudad, fue construido en el área del Cementerio de los Hebreos y de la antigua judería. La familia, a pesar de su riqueza y prestigio, no escapó a algunos episodios trágicos. El dueño de la propiedad murió en un accidente de barco en el Duero y, como no tenía hijos, el palacio pasó para su hermano.
En 1809, durante las Invasiones Francesas, un grupo de populares, convencido que uno de los elementos de la familia era connivente con los franceses, lo mató en el patio de la casa. Los Portocarrero, que entretanto perdieron a otros miembros de la familia de forma trágica, abandonaron el palacio y ya no volvieron más. El edificio estuvo cerrado hasta 1995. Fue vendido al Instituto de las Filhas da Caridade, que allí instalaron un colegio que se mantiene todavía en funcionamiento.
O Tripeiro 7ª série Ano XXXIII, Número 3 Março de 2014
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