Curiosidades

Una amistad de siglos
14 marzo, 2017 /

Una amistad de siglos

Es bien conocida la influencia de los ingleses en la ciudad a través del Vino de Oporto, pero la relación entre portuenses y británicos es mucho más antigua.

El primer contacto habrá sido en junio de 1147, cuando los cruzados ingleses que se dirigían a la Tierra Santa quedaron 11 días en Oporto esperando las fuerzas comandadas por el conde de Areschot y por Cristiano de Gistell, que se habían separado de la armada debido a una tempestad. El primer rey de Portugal, Afonso Henriques, al saber esto buscó establecer un acuerdo con sus jefes, convenciéndolos a ayudar en la conquista de Lisboa a los moros.

El relacionamiento se intensificó durante la Edad Media, con el establecimiento de relaciones comerciales. Paños, vino, madera, pieles y pescado eran los productos transacciones entre los dos países.

El 2 de febrero de  1367 la Sé (catedral) de Oporto fue palco del matrimonio entre  D. João I y D. Filipa de Lencastre, una unión que tuvo como contrapartida el apoyo de los británicos en la lucha con Castilla.  En 1642, dos años después de la restauración de la independencia de  Portugal, Oporto recibió el primer cónsul  británico, Nicholas Comerforde.

El Duque del pueblo
2 marzo, 2017 /

Salvó muchas personas de las peligrosas aguas del Río Duero. Oporto le prestó homenaje con un busto, colocado en la Ribeira.

Deocleciano Monteiro fue su nombre de nacimiento, pe

ro la madre le llamó Duque y fue así que quedó conocido: El Duque de Ribeira. Murió en 1996 y fue una de las figuras más emblemáticas de la ciudad. Con apenas 11 años salvó un hombre de morir ahogado en el Duero. Durante toda su vida como barquero protagonizó otros rescates y recogió los cuerpos de los que no resistieron a la
s aguas traicioneras de río que conocía como nadie.

Se convirtió en uno de los personajes más famosos de la historia de Oporto y conoció figuras ilustres como la Reina I
sabel II y otros jefes de Estado. La ciudad no lo olvidó y le prestó homenaje en el local que fue escenario de su heroísmo. En la calle Lada, junto al Puente D. Luís I, fue colocada una lápida con un busto de la autoría de José Rodrigues.