Salvó muchas personas de las peligrosas aguas del Río Duero. Oporto le prestó homenaje con un busto, colocado en la Ribeira.
Deocleciano Monteiro fue su nombre de nacimiento, pe
ro la madre le llamó Duque y fue así que quedó conocido: El Duque de Ribeira. Murió en 1996 y fue una de las figuras más emblemáticas de la ciudad. Con apenas 11 años salvó un hombre de morir ahogado en el Duero. Durante toda su vida como barquero protagonizó otros rescates y recogió los cuerpos de los que no resistieron a la
s aguas traicioneras de río que conocía como nadie.
Se convirtió en uno de los personajes más famosos de la historia de Oporto y conoció figuras ilustres como la Reina I
sabel II y otros jefes de Estado. La ciudad no lo olvidó y le prestó homenaje en el local que fue escenario de su heroísmo. En la calle Lada, junto al Puente D. Luís I, fue colocada una lápida con un busto de la autoría de José Rodrigues.
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